Desde el 3 de diciembre de 2025, un memorando del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) ordenó la suspensión del procesamiento de solicitudes de residencia permanente (green card), de naturalización y de ciertos beneficios migratorios para personas nacionales de 19 países catalogados como de “alto riesgo”. Entre esos países se encuentran Cuba, Haití y Venezuela, así como Afganistán, Birmania (Myanmar), Burundi, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Irán, Laos, Libia, Somalia, Sudán, Yemen, Sierra Leona, Togo y Turkmenistán. Para muchas familias y empresas, la primera reacción natural ante este tipo de anuncios es la preocupación: ¿qué va a pasar con mi trámite?, ¿pueden negar ahora un caso aprobado?, ¿tiene sentido iniciar un proceso nuevo en este contexto?
Desde LOIGICA® la respuesta siempre parte de la misma base: antes que el miedo, la información; antes que las decisiones impulsivas, una estrategia legal clara y personalizada. La medida anunciada por la administración Trump se presenta como una suspensión y revisión reforzada de procesos, no como una cancelación automática de todos los beneficios ya otorgados ni como una revocatoria general de residencias o ciudadanías. En la práctica, implica que USCIS detendrá o ralentizará la adjudicación de solicitudes de green card, naturalización y ciertos beneficios humanitarios para nacionales de estos 19 países, al tiempo que revisará de nuevo algunos casos aprobados desde 2021 bajo criterios de seguridad más estrictos.
Es importante subrayar lo que la medida sí hace y lo que no hace. Sí introduce mayores tiempos de espera, más controles de seguridad y la posibilidad de entrevistas adicionales o solicitudes de evidencia complementaria. Sí puede significar que casos en curso —por ejemplo, ajustes de estatus o solicitudes de ciudadanía— queden en pausa mientras se actualizan los lineamientos internos. Pero no implica, por sí misma, que toda persona de esos países vaya a perder su residencia, ni que quienes ya son ciudadanos estadounidenses pierdan su ciudadanía por el solo hecho de su país de origen, ni que se inicien automáticamente procesos de deportación únicamente por la nacionalidad.
Desde el punto de vista técnico, la decisión se apoya en facultades que el poder ejecutivo y USCIS ya tienen para modular la forma como se tramitan y priorizan los casos, especialmente cuando se invocan razones de seguridad nacional. No se trata de una nueva ley, sino de un cambio de política interna que orienta la manera en que se estudian y resuelven formularios ya existentes. Por eso, más que leer la noticia como un “cierre total de puertas”, es necesario analizar con detalle en qué etapa se encuentra cada proceso, qué tipo de beneficio se está solicitando y bajo qué fundamento legal se está tramitando.
En el caso de las personas que ya son residentes permanentes (titulares de green card), el foco no está en generar alarmas, sino en reforzar las buenas prácticas que siempre han sido necesarias: cuidar los tiempos de presencia física en territorio estadounidense, evitar ausencias prolongadas sin una planificación adecuada, conservar evidencia de arraigo (familia, empleo, impuestos) y, si se está pensando en solicitar la ciudadanía, revisar muy bien el cumplimiento de los requisitos de residencia continua y buena conducta moral antes de presentar un Formulario N-400. Una residencia bien cuidada sigue siendo un activo jurídico sólido, incluso en contextos de mayor escrutinio.
Para quienes tienen solicitudes de ciudadanía en trámite, esta suspensión puede traducirse en entrevistas reprogramadas, decisiones que tardan más de lo habitual o requerimientos adicionales de información. Ante ese escenario, es recomendable mantener actualizados los datos de contacto con USCIS, conservar el historial de impuestos, contratos de trabajo y demás evidencias que respaldan la buena conducta y el cumplimiento de requisitos, y evitar situaciones que puedan introducir nuevos factores de inadmisibilidad. La clave está en asumir que el estándar de revisión puede subir, y preparar el expediente en consecuencia.
En el caso de los ajustes de estatus en curso (por ejemplo, personas que están pasando de una visa temporal a la residencia a través del Formulario I-485), la recomendación es aún más personalizada. Hay que revisar si la persona cuenta con otras posibles vías de clasificación migratoria, si tiene familiares inmediatos con ciudadanía o residencia que pudieran abrir caminos alternativos a mediano plazo, si procede estudiar exenciones (waivers) en supuestos específicos o si existen recursos administrativos o judiciales adecuados según su historial migratorio. Del mismo modo, las personas con doble nacionalidad deben ser especialmente cuidadosas: el uso de una u otra nacionalidad en los procesos no es una simple elección formal, sino una decisión estratégica que debe ser coherente con lo ya declarado en el pasado.
Las empresas patrocinadoras de talento extranjero —por ejemplo, empleadores que cuentan con profesionales o técnicos procedentes de alguno de estos 19 países— también se ven impactadas. No necesariamente porque vayan a perder de inmediato a sus trabajadores, sino porque los planes de contratación, renovación de visados y estabilización del personal pueden verse afectados por demoras o cambios de criterio. Para estas compañías, un acompañamiento legal adecuado permite anticipar escenarios, preparar renovaciones con mayor margen de tiempo y ajustar la planeación de recursos humanos a un entorno migratorio más exigente, pero todavía funcional.
Frente a este panorama, ¿qué puede hacer hoy una persona o empresa preocupada? En primer lugar, evitar las decisiones impulsivas: salir del país sin una evaluación jurídica, dejar vencer documentos por miedo o iniciar trámites improvisados suele generar más problemas que soluciones. En segundo lugar, reunir y organizar toda la documentación relevante —formularios presentados, recibos de USCIS, cartas oficiales, evidencias de residencia, contratos, declaraciones de impuestos— para que el abogado tenga un panorama completo del caso. En tercer lugar, buscar una evaluación jurídica personalizada con un abogado de inmigración con licencia en Estados Unidos que pueda leer no solo el titular de prensa, sino el expediente real de la persona o la organización. Finalmente, mantenerse informado por fuentes serias y contrastadas, evitando rumores y mensajes alarmistas en redes sociales.
La posición de LOIGICA® ante este tipo de anuncios es clara: estamos del lado del migrante y de las empresas que apuestan por el talento global, siempre dentro del marco de la ley. No prometemos resultados imposibles ni minimizamos los riesgos, pero tampoco asumimos que cada cambio de política implica el fin de todos los proyectos migratorios. Nuestro trabajo consiste en traducir estas medidas al lenguaje concreto de cada caso, identificar qué se mantiene, qué cambia, qué rutas siguen abiertas y qué ajustes requiere la estrategia.
Sabemos que, para comunidades como la cubana, venezolana y haitiana, el impacto emocional de esta noticia es particularmente fuerte. Detrás de cada solicitud hay familias que han vivido años separadas, inversiones planificadas con anticipación, carreras profesionales y académicas construidas paso a paso. Justamente por eso, el enfoque no puede ser solamente reactivo. La combinación de información técnica, calma y planeación estratégica permite transformar un contexto de incertidumbre en un espacio para la acción responsable.
La suspensión anunciada es, sin duda, una de las decisiones migratorias más relevantes de los últimos años; su aplicación práctica se irá definiendo con memorandos adicionales, criterios internos y precedentes administrativos. En paralelo, las leyes de inmigración conservan su estructura fundamental: las categorías de visa siguen existiendo, las relaciones familiares conservan su peso, los procesos de inversión y empleo mantienen su lógica jurídica, y los tribunales continúan revisando decisiones cuando corresponde. Entre los titulares y la realidad de los casos individuales hay un espacio decisivo: allí es donde el acompañamiento legal marca la diferencia.
Si consideras que esta medida puede afectar tu situación, la de tu familia o la de tu empresa, en LOIGICA® podemos revisar tu historial migratorio, los procesos que ya tienes en marcha y las metas que buscas a futuro, para ayudarte a trazar un plan alineado con la normativa vigente y con la protección de tu proyecto de vida o de negocio. La política migratoria puede volverse más estricta; tu estrategia migratoria puede volverse más sólida. Ese es exactamente el espacio donde trabajamos.
Aviso legal: este contenido es de carácter informativo y no constituye asesoría jurídica individual. Cada caso migratorio debe ser evaluado de forma particular por un abogado autorizado para ejercer derecho migratorio en Estados Unidos.
Recomendados

