Cuando los Beatles demandaron a Apple Inc.

Cuando los Beatles demandaron a Apple Inc.

Había dos empresas diferentes con el mismo nombre. Una era el sello discográfico de los Beatles, Apple Corps. La otra era una nueva empresa de Silicon Valley llamada Apple Computer. A ambas les encantaba el nombre «Apple», pero sólo una podía utilizarlo en música. Este enfrentamiento dio lugar a una de las batallas de marcas más famosas de los últimos tiempos. La lucha duró casi 30 años y demuestra por qué elegir un nombre de marca único (o hacer las paces pronto) es importante.


Dos manzanas, un nombre

La discográfica de los Beatles, Apple Corps, utilizaba una manzana verde Granny Smith como logotipo (aquí en un disco de vinilo de los Beatles). Apple Computer fue fundada en 1976 por Steve Jobs y otros, y utilizó el logotipo de una manzana con rayas arco iris a la que se le había quitado un mordisco. Al principio, esto no era un problema. Una empresa hacía música y la otra, ordenadores. El derecho de marcas permite la coexistencia de nombres similares en sectores distintos.

Pero cuando la tecnología y la música empezaron a solaparse, surgieron los problemas. En 1978, Apple Corps se fijó en el nuevo Apple Computer y protestó por el nombre compartido. La compañía de los Beatles demandó a Apple Computer por infracción de marca, argumentando que "Apple" les pertenecía en la música. El pleito terminó en 1981 con un acuerdo. Apple Computer pagó una pequeña suma y prometió mantenerse fuera del negocio de la música. A cambio, Apple Corps acordó no entrar en el negocio de los ordenadores. Durante un tiempo, la tregua se mantuvo y las dos Manzanas coexistieron pacíficamente.


La guerra de marcas vuelve a encenderse

La tregua se puso a prueba a medida que evolucionaba la tecnología. A finales de los 80, Apple Computer añadió sonido a sus máquinas, permitiendo a los usuarios reproducir música en sus Mac. Apple Corps consideró que esto invadía su terreno. Volvieron a los tribunales, alegando que Apple Computer había violado el acuerdo de 1981 al "entrar" en el ámbito de la música.

En 1991, se llegó a un nuevo acuerdo. Era mucho más detallado (y caro) que el primero. Apple Computer pagó unos 26,5 millones de dólares a Apple Corps. Y lo que es más importante, ambas partes llegaron a un acuerdo sobre quién podía utilizar "Apple" para qué. La empresa de los Beatles obtuvo derechos exclusivos para utilizar "Apple" en cualquier contenido musical. La empresa informática conservó los derechos para utilizar "Apple" en tecnología, incluso si se utilizaba para distribuir música. Pero Apple Computer acordó que no distribuiría música en soportes físicos (como CD). En pocas palabras, Apple Computer podía fabricar aparatos y software para música, pero no actuaría como discográfica.

Durante un tiempo, este acuerdo se mantuvo. En 2003, Apple lanzó iTunes Music Store para vender canciones digitales. Apple Corps creía que esto iba más allá de lo que Apple estaba autorizada a hacer con el nombre. Demandaron de nuevo, alegando que Apple Inc. (antes Apple Computer) había incumplido el acuerdo de 1991 al utilizar el nombre de Apple en relación con la venta de música.

El caso fue a juicio en Londres en 2006. Esta vez, Apple Inc. ganó en los tribunales. El juez decidió que el uso por Apple de su logotipo en iTunes Store no violaba el acuerdo previo. Su razonamiento: Apple utilizaba su nombre y su logotipo para vender un servicio (una plataforma de descarga de música), no para comercializar la música en sí. Los consumidores que descargaban canciones de iTunes sabían que la música procedía de diversos artistas y sellos, no de Apple Corps. El tribunal consideró que los consumidores no pensarían que los Beatles estaban detrás de iTunes. Así que, una vez más, Apple Corps perdió un asalto.

Apple Corps planeaba apelar. Como el pleito se alargaba y los costes aumentaban, ambas partes acordaron a principios de 2007 llegar a un acuerdo definitivo.


¿Por qué importa este enfrentamiento?

En febrero de 2007, Apple Inc. y Apple Corps llegaron a un acuerdo definitivo para poner fin a la larga guerra de marcas. En este acuerdo, Apple Inc. pasaría a ser propietaria de todas las marcas relacionadas con «Apple». No anunciaron el precio, pero los medios de comunicación informaron del pago de unos 500 millones de dólares a Apple Corps. Apple Inc. devolvería la licencia de ciertas marcas a Apple Corps para su uso continuado. Los Beatles podrían seguir utilizando el nombre de Apple y el logotipo de la manzana verde para sus proyectos musicales, pero ahora con la bendición de Apple Inc.

Steve Jobs, fan de los Beatles, se alegró de dejar atrás la disputa. Calificó la saga de «largo y tortuoso camino». La paz allanó el camino para una relación más estrecha. En 2010, la música de los Beatles estuvo finalmente disponible en la iTunes Store de Apple, un hito que se había retrasado durante años por la disputa.

Este caso no sólo es importante para los fans de los Beatles y Apple. Es un ejemplo de libro de texto de cómo pueden desarrollarse los conflictos de marcas cuando dos empresas comparten un nombre.


Algunas lecciones

Esta famosa batalla legal nos enseña muchas lecciones:

Elige un nombre único y piensa en el futuro

Si Steve Jobs hubiera elegido un nombre diferente en 1976, Apple podría haberse evitado décadas de dolores de cabeza legales. Los expertos en marcas señalan que hay que pensar hacia dónde puede ir la marca en el futuro. La batalla entre Apple y Apple muestra cómo un nombre que parece correcto en un sector puede convertirse en un problema si se expande a otro.

Las marcas están vinculadas a los sectores

Las marcas existen para evitar la confusión del consumidor. Es posible que dos empresas utilicen el mismo nombre si sus productos son tan diferentes que la gente no se confunda (por ejemplo, Delta es una compañía aérea y una marca de grifos, y poca gente las confunde). En el caso de Apple, al principio los ordenadores y las discográficas parecían no tener nada que ver. Pero a medida que la música se digitalizaba, las líneas se difuminaban. Los acuerdos legales entre las dos Apple intentaron trazar una línea divisoria entre tecnología y música, pero la innovación hizo que esas líneas quedaran obsoletas.

Los acuerdos de conciliación y coexistencia funcionan… hasta cierto punto

Las empresas Apple intentaron coexistir mediante acuerdos escritos (en 1981 y 1991) sobre quién podía hacer qué. Esto es habitual en los litigios de marcas: en lugar de que una de las partes cambie completamente de marca, las empresas suelen negociar formas de compartir o dividir el uso de un nombre. Sin embargo, estos acuerdos dependen de la realidad empresarial. Cuando cambian las circunstancias (como las nuevas tecnologías), esos acuerdos pueden romperse. En última instancia, Apple Inc. optó por extender un cheque muy grande para resolver realmente el conflicto.

Las disputas sobre marcas pueden ser costosas y largas

Esta lucha duró casi tres décadas. Cada asalto fue más caro: de 80.000 dólares en 1981, a unos 26 millones en 1991, hasta los rumoreados 500 millones en 2007. Más allá de los pagos, hay que tener en cuenta los gastos legales y las fricciones comerciales a lo largo de los años. Defender el nombre de una marca es un asunto serio, y las empresas hacen todo lo posible por proteger sus marcas.


La saga Apple contra Apple es un caso legendario en el derecho de marcas. Se cita a menudo en debates sobre el alcance de los derechos de marca y sobre cómo las empresas pueden resolver sus diferencias de forma creativa. Para el público, es un recordatorio de por qué existen las normas sobre marcas: para evitar confusiones y fomentar identidades distintas.

Hoy, cuando ves el logotipo de Apple en tu iPhone o ves un álbum de los Beatles con el emblema de la manzana verde, estás viendo el resultado de este largo baile legal. Dos famosas «Manzanas» encontraron la manera de compartir el mundo, pero sólo después de una batalla que demuestra lo importante que puede ser un nombre.