La escena parece sacada de una serie de ficción: por cinco millones de dólares, el actual gobierno Trump otorgaría la residencia permanente en Estados Unidos. ¿Una sátira de House of Cards o una idea filtrada desde la sala de guionistas de Succession? Ninguna de las dos. Es una propuesta real con la que se propone recaudar miles de millones resolviendo parte del déficit fiscal a cambio de dar ciudadanía exprés a quienes puedan pagar este monto.
Pero mientras esa propuesta —que aún no ha sido radicada formalmente ante el Congreso— pero que inunda las redes sociales, genera titulares, memes y discusiones, quienes entienden de verdad el sistema migratorio saben que existe un camino vigente, estructurado y legal para invertir en Estados Unidos y acceder a la residencia: la visa EB‑5. Y no, no necesitas cinco millones.
Basta con una inversión de $800.000 USD si el proyecto se encuentra en una zona de empleo prioritario (TEA: Targeted Employment Area), o $1.050.000 USD si no es así. Pero no se trata solo del dinero. La EB‑5 exige una estructura legal sólida, origen lícito de los fondos, generación de al menos diez (10) empleos directos o indirectos y un compromiso de inversión a largo plazo. Lo que ofrece a cambio es claro: una vía directa hacia la residencia permanente legal (green card) para el solicitante, su cónyuge e hijos menores de 21 años.
En otras palabras: mientras la ‘Gold Card’ es una idea volátil —aún sin sustento legal ni viabilidad política clara—, la EB‑5 es una opción probada que ha permitido, desde su creación en 1990, más de 100.000 aprobaciones de residencia, según datos oficiales del Departamento de Estado y USCIS. Desde su reautorización bajo la Ley de Integridad del Programa EB‑5 de 2022, este tipo de visado cuenta con reglas más estrictas y transparentes, que protegen tanto al gobierno como a los inversionistas y aseguran la legalidad del proceso.
La gran diferencia entre ambas propuestas no está solo en el monto, sino en el propósito: la visa EB‑5 es una herramienta de política pública para generar empleo y estimular el desarrollo regional. La ‘Gold Card’, de momento, es una idea seductora cuya materialización no será inmediata. La American Immigration Lawyers Association ha advertido que genera incertidumbre y podría incluso espantar a quienes sí están dispuestos a invertir legalmente bajo el marco actual.
Existe otra escena, mucho más realista: la firma de un contrato con el Centro Regional EB‑5 certificado, invirtiendo en un proyecto que impulsa el crecimiento de una zona estratégica, con un equipo legal estructurando tu caso de principio a fin. En unos meses recibes tu aprobación. Tienes tu green card. Tu familia puede establecerse legalmente. Tus hijos pueden estudiar. Tú puedes abrir negocios o desarrollar tu carrera sin miedo. Eso no es ficción. Eso ya ocurre. Eso es EB‑5.
En LOIGICA, no vendemos promesas infladas ni caminos dudosos. Diseñamos estrategias con base en la ley. Nuestra tasa de aprobación EB‑5 se basa en un principio simple: no es suerte, es preparación. Nuestros abogados han acompañado procesos de inversión en distintos sectores: desde bienes raíces hasta proyectos sostenibles o tecnológicos. Hemos analizado cientos de casos y sabemos cómo convertir el potencial de un inversionista en una historia migratoria exitosa.
En lugar de soñar con una tarjeta dorada como en Charlie y la Fábrica de Chocolate, te proponemos una entrada real, jurídica y bien pensada.
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