La llegada de Donald Trump nuevamente a la Casa Blanca en 2025 ha transformado el panorama migratorio de Estados Unidos. Desde su primer día en el cargo, el presidente ha retomado y profundizado medidas restrictivas que afectan tanto a quienes buscan ingresar de manera irregular como a quienes ya residen en el país bajo algún estatus temporal. Comprender estas políticas es esencial para quienes piensan migrar, pues el riesgo de actuar sin información o sin asesoría legal es mayor que nunca.
Uno de los cambios más significativos fue la firma de la Orden Ejecutiva 14159, conocida como “Protegiendo al Pueblo Estadounidense Contra la Invasión”, el mismo 20 de enero de 2025. Esta norma obliga a ciertos inmigrantes indocumentados a registrarse ante las autoridades federales y amplía el uso de las deportaciones aceleradas, que permiten la expulsión sin audiencia ante un juez de inmigración. De acuerdo con el portal oficial del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), el incumplimiento de este registro puede acarrear sanciones civiles y hasta cargos criminales. La medida ha generado una sensación de vulnerabilidad entre millones de personas que antes contaban con mayor tiempo para presentar una defensa legal.
Otro frente de tensión es la nacionalidad por nacimiento. Mediante la Orden Ejecutiva 14160, la administración Trump busca reinterpretar la cláusula de ciudadanía de la 14ª Enmienda para impedir que hijos de inmigrantes indocumentados o con estatus temporal obtengan la ciudadanía automáticamente al nacer en territorio estadounidense. Aunque varias cortes federales han bloqueado la implementación, la sola intención refleja un cambio profundo en la tradición jurídica del país.
Los efectos ya se sienten en los números. Según un análisis publicado por CalMatters en agosto de 2025, la población inmigrante en Estados Unidos cayó de 53,3 millones en enero a 51,9 millones en junio del mismo año, lo que equivale a una reducción del 2,6 % en apenas seis meses. Esta disminución no se observaba desde hace décadas y sugiere que las nuevas políticas están impactando de manera directa tanto el ingreso como la permanencia de migrantes.
A lo anterior se suman nuevas tarifas que encarecen los procesos legales de inmigración. El National Immigrant Justice Center documenta que tanto las solicitudes de residencia permanente como de permisos de trabajo y asilo tienen ahora costos significativamente más altos, lo que limita el acceso de quienes no cuentan con recursos suficientes. Asimismo, la administración ha reinstalado programas como “Quédate en México”, que obliga a solicitantes de asilo a permanecer en territorio mexicano mientras se decide su caso en Estados Unidos, exponiéndolos a condiciones precarias y riesgos de seguridad.
El endurecimiento también se refleja en la política exterior. La Proclamación 10949, emitida en junio de 2025, restringe la entrada de nacionales de 12 países por razones de seguridad, con la posibilidad de ampliar la lista. Esto genera incertidumbre para solicitantes de visas de trabajo o de estudio que, aun cumpliendo los requisitos, enfrentan mayores obstáculos por su lugar de origen.
La situación recuerda escenas de películas y series donde el choque entre humanidad y autoridad se vuelve evidente. En La jaula de oro, por ejemplo, se retrata la travesía peligrosa de jóvenes centroamericanos hacia Estados Unidos, mientras que The Handmaid’s Tale plantea cómo un Estado autoritario puede limitar derechos fundamentales con un lenguaje de seguridad y orden. Aunque son obras de ficción, hoy sirven como espejos culturales de lo que millones de personas sienten frente a las nuevas restricciones.
Sin embargo, incluso en este escenario, aún existen caminos y alternativas. Los programas de visas de inversión, talento y empleo continúan vigentes, aunque con requisitos más estrictos. Las cortes federales han frenado la aplicación de algunas órdenes ejecutivas, lo que abre oportunidades legales para quienes actúan a tiempo. Además, contar con la asesoría de abogados especializados permite explorar opciones como cambios de estatus, solicitudes de residencia a través de la familia o el empleo, y estrategias de defensa frente a procesos de deportación. La migración a Estados Unidos en 2025 puede ser un desafío mayor, pero no es un camino cerrado.
En LOIGICA® creemos que la información clara y la representación profesional son la mejor herramienta para transformar la incertidumbre en estrategia. Migrar sigue siendo posible si se hace de manera planificada, legal y con la guía adecuada. Tu sueño de construir un futuro en Estados Unidos puede lograrse, incluso en tiempos de cambio, siempre que cuentes con aliados que conozcan el terreno y defiendan tus derechos.
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